Parte del metano que genera la actividad ganadera puede desaparecer en el suelo, explicó la ingeniera agrónoma Lucía Bauer en Dinámica Rural. “Los suelos sanos, con microorganismos activos, tienen la capacidad de oxidar entre el 5% y el 15% del metano que emite el ganado en pastoreo”, apuntó.
Eso es posible “gracias a unos microorganismos especializados llamados metanotrofos. Son verdaderos comedores de metano: lo usan como fuente de energía y lo transforman en dióxido de carbono y agua. Este proceso ocurre de forma natural en muchos suelos, especialmente en pasturas bien manejadas”.
Bauer señaló que son necesarios “suelos vivos”, con “buena estructura, aireación, materia orgánica y mucha diversidad microbiana”. Los metanotrofos “necesitan oxígeno, nutrientes y hábitats estables para prosperar”. Puntualizó cuándo eso es posible, y se refirió a la incidencia del pastoreo bien manejado. “En tiempos donde se discute tanto sobre el impacto de la ganadería en el cambio climático, es importante ver la foto completa. Los suelos bien manejados pueden ser aliados silenciosos en la mitigación de gases de efecto invernadero”, comentó.
