“Aquí nos mostraron que se pueden producir 20 toneladas de pasto bajo riego, con pasturas que duran varios años, base de festuca”, comentó a Dinámica Rural el ingeniero agrónomo Fernando Lattanzi, investigador principal del programa de Pasturas y Forrajes de INIA, durante la jornada Pasturas 2025 de PGG Wrightson Seeds en el establecimiento Guazuvirá, titulada ‘20×10 – Rompiendo techos’. Destacó, del sistema pastoril lechero bajo riego, los “datos bien interesantes en cuanto a qué productividad llegan y cómo la cosechan”.
Dijo que casos como el de Guazuvirá muestran, en un predio comercial, “una producción de veinte toneladas con cargas que están por encima de tres vacas por hectárea”. “Ya no es más una prueba de concepto. Es un sistema que está generando”, apuntó.
Acerca de lo que hoy desarrolla INIA, indicó que se trabaja en “cómo decidir mejor qué poner debajo del pivot” en determinados predios. “Si poner reserva, poner pastura o poner una mezcla, es lo que nos gustaría entender”.
El desafío está dado en “cómo optimizar el sistema cuando una parte de este está bajo riego”, dijo, remarcando que es difícil “dimensionar óptimamente un equipo de riego con el régimen de lluvias que tiene Uruguay”. “Tenemos unas lluvias frente a las cuales el riego siempre es complementario. La magnitud de la variabilidad es enorme”.
Los dos estreses y un raigrás perenne que sea “perenne de verdad”
Lattanzi detalló el contenido de la charla que brindó en la jornada. Se enfocó en “mostrar por qué cuando no se tiene riego y se tiene déficit hídrico, la planta sufre dos estreses al mismo tiempo”. “Especies como festuca, que lo toleran, al estar con sequía se exacerba ese estrés térmico. La planta no puede regular bien su temperatura; sobrevive, pero la pasa mal. Cuanto más al norte de Uruguay te vas, peor ese efecto es”, indicó.
“Raigrás perenne, que es la especie que queremos entender mejor para ver si la podemos hacer perenne de verdad por ejemplo bajo riego, es mucho menos tolerante que la festuca, tanto a estrés hídrico como a estrés térmico. En ambientes como Salto, en un experimento que hicimos el año pasado, no logramos hacerlo vivir, ni siquiera bajo riego. Pudimos detallar bastante bien cuáles son los procesos fisiológicos que hacen que la planta colapse”.
Explicó que se continuará estudiando, en la búsqueda de producir pasturas con raigrás perennes que sobrevivan varios años.
