En la edición 2025 de los premios Nova de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII9, se realizarán homenajes a “diez proyectos que representan la diversidad, el impacto y la potencia transformadora de la innovación uruguaya”, según informó la propia agencia.

Uno de estos es al proyecto “Diferenciación de productos a través del agregado de valor ambiental a la producción ganadera”, de Marfrig y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), una “alianza ciencia-industria que trabaja en un protocolo nacional para certificar carne producida con enfoque regenerativo, cuidando suelo, biodiversidad y clima”.

El ingeniero agrónomo Oscar Blumetto, investigador principal de INIA, explicó a Dinámica Rural que el proyecto trata de implementar, en una experiencia de quince productores, “una propuesta de producción con un fuerte énfasis en la valorización de los sistemas”. El trabajo se basa en la acumulación, durante años de conocimiento generado sobre indicadores ambientales en aspectos tales como la emisión de gases de efecto invernadero, así como stocks de carbono en el suelo, entre otros. Remarcó que el trabajo implica “un especial énfasis en la diversidad a todo nivel”, lo que incluye el tomar a las aves como indicador de estado de salud del ambiente.

Blumetto señaló que la iniciativa busca llevar esa propuesta a lo tangible, en quince experiencias con diferentes realidades. “Ya venimos con el camino ganado y la experiencia ganada con la industria de la lana”, donde hubo “un desarrollo de la iniciativa que hoy está capitalizando esa industria”.

“Lo que queremos con Marfrig es explorarlo en el mundo de la carne”, dijo, apuntando que, al iniciar el proyecto no existía una demanda específica de algún mercado en particular, pero ya se han interesado muchos actores de la cadena.

“Se comienzan a visualizar distintas puntas para capitalizar, en la demanda de los consumidores, la posibilidad que tienen nuestros sistemas de hacer valer esas buenas características ambientales”, dijo Blumetto, describiendo diferentes elementos del proyecto, como la importancia de la trazabilidad, a la que se le agregan diferentes capas de información.

Remarcó que, en Uruguay, el 90% del territorio es gestionado por productores agropecuarios y que, si se pretende tener un impacto nacional, “estamos obligados a escalar esto”. En tal sentido, “uno de los objetivos es generar un estándar de verificación de este tipo de prácticas e indicadores ambientales para alcanzar un número más grande de productores”, independientemente de la participación del proyecto del INIA en cada establecimiento.