El gerente de Producción de Dalmas Agro explicó que, en la zona de acción de la empresa —suroeste de Uruguay—, los cultivos están sintiendo el calor. Algunas zonas se empiezan a marcar, evidenciando el estrés hídrico fuerte, dijo. En soja todavía se puede mantener el potencial —“sin agua no se puede hacer magia”, apuntó—, pero el maíz de primera “se está llevando un golpe fuerte; es el que está corriendo más riesgo”.