Durante el otoño, “tanto los cultivos como praderas y alfalfas nos dieron una sorpresa tremenda en la implantación y en cómo se desarrollaron”, lo que “se tradujo en una muy buena producción de leche, que en algunos casos se pareció a la de primavera”, contó a Dinámica Rural la ingeniera agrónoma Magela Santoro, asesora de productores.
En julio “la ola de frío complicó un poquito, porque retardó los rebrotes, y se retrasaron los cultivos que no se habían implantado bien”, pero de todos modos “ya hay un aire primaveral, con mejores indicios de crecimiento”.
Santoro explicó que, si bien fue necesario, por los fríos, realizar ajustes de dietas, “el ganado viene muy bien”, y “está fuerte” para transitar el invierno, por lo que “no se va a ver muy resentida la remisión de leche en julio”.
