“A cualquier productor lechero, cuando nos dicen cuál es la zona de confort, dice que por encima de los US$ 4.000”, comentó el presidente de la ANPL frente al reciente ajuste a la baja de la licitación de Fonterra, que no es el primero que da a la baja, recordó. “Esperemos que se pueda revertir, para dar estabilidad y poder mirar un poco hacia adelante”, agregó.
Quintans describió como se atraviesa, porteras adentro, un principio de invierno que obliga a minimizar el golpe de los días fríos. Sobre todo, aumenta la suplementación y se trata de que las vacas puedan tener algo de abrigo, explicó.
Habló, además, sobre la situación que siguen atravesando muchos productores al continuar cargando la mochila generada durante la sequía y las posteriores inundaciones, y anunció actividades previstas por la Comisión Directiva de la ANPL, como una reunión con Mevir en la que se abordarán temas tales como el de las salas de ordeñe.
