“Creemos que hay una priorización de temas diferente a lo que nos gustaría a nosotros”, dijo Rafael Normey, acerca de la adquisición de la estancia María Dolores por parte del Instituto Nacional de Colonización.

El candidato a la presidencia de Federación Rural, organismo que los días 30 y 31 de mayo tendrá en la Asociación Rural de San José su 108° congreso anual, contó a Dinámica Rural cómo se transitan los días previos a esa instancia, para la cual ya se recibieron las ponencias de las federadas con temas vinculados a las intendencias, a aspectos sanitarios como garrapata y bichera, el funcionamiento del MGAP y una amplia temática que va desde el rubro ovino a salud mental. Se cuenta con la confirmación de asistencia de autoridades de gobierno, entre las que se encuentra el ministro Alfredo Fratti —quien enviará un mensaje al congreso—. Todavía no está la confirmación plena del presidente Yamandú Orsi.

“Una incoherencia total”
Normey admitió que la compra de la estancia María Dolores ha tenido “una repercusión muy importante”, subrayando que “despertó una discusión grande en cuanto al INC, su impacto y qué instituto queremos”. Contó que Federación Rural sugirió un nombre para el INC, pero fue rechazado y “se tomó la opción que venía patrocinada por la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR)”. Además, la representación de los productores en el organismo fue propuesta por la CNFR, indicó. En tal sentido, dijo que no le llama la atención que desde la CNFR se respalde la adquisición. “Queda claro que hay cierta alineación conceptual entre la CNFR y el gobierno en este caso”, opinó, añadiendo que desde Federación Rural procuraron una instancia con la representación de los productores, pero no fue posible.

Para Normey, es “una compra es difícil de entender”. “Cuando se miran las prioridades del país, seguro que con unos US$ 50.000.000 todos tenemos mejores ideas. No podemos tener la caminería rural destrozada como la tenemos, con un presupuesto anual de US$ 70 millones. Se nos dice que no hay recursos ara caminería rural, pero, por otro lado, aparecen estas decisiones de gastos que ni siquiera sabemos bien de dónde va a salir el dinero. Hay una incoherencia total, porque está el ministro de Economía diciendo que no hay recursos y, por otro lado, se compra una estancia a 8.000 la hectárea; no cierra y preocupa, y sobre todo creemos que hay una priorización de temas diferente a lo que nos gustaría a nosotros”.